Hoy me da la gana de hablar de este enorme disco grabado en 1992, cuando yo tenia 13 ó 14 años, depende. Ya me gustaba el Rock, por supuesto. También me gustaba Soda Stereo, una de las primeras bandas de mi infancia, con The Beatles. También escuchábamos mucho el “Violator” de Depeche Mode.
1992.
Son casi 20 años ya.
Y este disco del que me da la gana hablar, por catarsis, aún suena no actual, sino moderno.
Me gusta tanto el Noise!... y acá hay mucho, con la magistral elegancia armónica y melódica de Cerati. Por supuesto, los cavernícolas no van a entender. Y está bien, cada cual atiende su juego.
La tapa es fea, como la de muchos discos evolucionistas, que curioso que se repita ese estigma. Pero el contenido tiene autenticas joyas de descarga eléctrica.
El definitivo vuelco del autor en pos de los efectos y el Noise es marcado, sin medias tintas, sin miedos. Ubicar este álbum en tiempo y espacio, es el posterior a Canción Animal, el lp. Más taquillero de la banda, y el más rockero. Pero nada de conservar la fórmula, vuelta de página, transgresión, como he visto, el portal a la vanguardia, si…
En los recitales de presentación, la banda invitó como teloneros a 2 bandas incipientes: Martes Menta y…Babasónicos…
La pieza fue grabada íntegramente en Buenos Aires, a pesar de Manchester eso me gusta.
Es realmente una pasada, un viaje sónico de texturas. Eso es.
El primer tema no me gusta gran cosa, es raro, en general es bastante importante tal cosa, a mi parecer. Por el mismo motivo de liviandad que no me gusta algún otro, cómo “Ameba”, “Camaleón” ni me gusta “Sweet sahumerio”, con esa impronta medio New Wave. Pero estos discos siempre tiene alguna cosita rara, no todo es la perfección del “Dark Side Of The Moon”, por citar uno que si lo es.
Pero en la balanza hay afano.
“Toma la Ruta” (ese debería ser el primer tema), es la auténtica apertura Rockera del disco.
Luego, mi favorito: “En Remolinos”, una hermosa canción, una hermosa letra, una hermosa pared sonora, una canción perfecta.
Déjame vivir, este sueño
el mejor...que he tenido
una flor, una flor, otra flor.
un maestro, una causa, un efecto.
¿quien sabrá el valor de tus deseos?, ¿quien sabrá?.
gira el sol, gira el mundo, gira dios.
energía, misteriosa, resplandor.
al soltar mi cuerpo en remolinos,
resplandor.
El “corte” es la cadencia de “Primavera Cero”, quemada por las radios en su momento, lo cual minimiza a veces su valor, pero por suerte nunca escucho Radio.
“Luna Roja”, otra belleza cargada de efectos y Noise, al estílo en Remolinos, en la misma linea.
El final podría haber sido el bellísimo “Fué”, pero hubiera sido evidente, creo. En cambio "Texturas" es el agíte y otra vez la elegancia. Una combinación.
De más está decir que por supuesto este ha sido, por lejos, el disco menos vendido de Soda, reafirmando teorías.
Recomiendo si alguno tiene por ahí, audicionar este disco en Vinílo, como todos los buenos discos de Rock. Si no Equalizalo chato, sonreir se sonríe con la boca.
Yo imagíno las pobres valvulas de los amplificadores de Cerati sufriendo con este disco, vibrando, explotando. Pero niñas, más vale una vida corta y vibrante que una larga y triste.
Valió la pena.
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