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Metamorphosen: El Fin Del Nazismo también tiene Arte.

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Richard Strauss





Richard Strauss ha sido uno de los compositores verdaderamente grandes del siglo XX. Su vida creativa se divide en tres etapas: la primera etapa, la de los grandes Poemas Tonales, de 1.888 a 1.904; la segunda, la de las grandes Operas, entre 1.905 y 1.914, y finalmente la etapa de los últimos años, donde el compositor, abatido por los avatares de la guerra y ante la inminencia de la ruina de Alemania, comienza a componer música auténticamente personal y emotiva. A este último período pertenecen la Metamorfosis y las Cuatro Ultimas Canciones, que expresan de manera nostálgica los últimos años de una gran cultura.
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Hacia el final de la guerra, Strauss, anciano y abatido escribía: "El incendio del Teatro de la Corte de Munich, donde se estrenaron Tristan e Isolda y Los Maestros Cantores, donde escuché por primera vez Der Freischutz, hace 73 años, donde mi padre fue el primer corno de la orquesta durante 49 años, ha sido la peor catástrofe de mi vida y no hay consuelo posible". Para este momento se encontraba componiendo unos esbozos originalmente llamados "Dolor por Munich", que finalmente se convirtieron en la Metamorfosis para 23 cuerdas solistas.
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Strauss le escribió entonces a un amigo: " La flor de la música alemana, que había florecido durante 200 años, se ha secado, su espíritu atrapado en la maquinaria, y la gloria de su corona, la Opera alemana, arrancada de cuajo para siempre; la mayor parte de sus hogares ha quedado reducida a escombros y cenizas y la mayoria de los que no han sido destruidos han terminado degradados como salas de cine... En la pobre Munich la casa en que nací, junto a la hermosa Michaelskirche, ya ha sido bombardeada... La casa de Goethe, el lugar mas sagrado de la Tierra, destruida!... Mis encantadoras Dresden, Weimar, todas desaparecidas!...Mi vida ha llegado a su fín..."
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En este cuadro de desesperación Strauss compuso su Metamorfosis. Aunque jamás divulgó su contenido programático, cuando se escucha no es difícil comprender el mensaje. La música obra entonces a la manera de un adolorido y torturado requiem al fín de lo que fue una gran civilización. El dia antes de que Strauss concluyera la Metamorfosis, las tropas rusas entraban en Viena. Tres dias después comenzaba la batalla de Berlín y dos semanas después Hitler se suicidaba en su Bunker. Strauss sobreviviría aun 4 años a la debacle dejando concluida una de sus obras más significativas.

Los Miserables y el Viaje Interior.

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Dicen:

No hay viaje al interior.
No hay quien conecte.
No hay nada que no me de miedo, pero puedo hacerlo, puedo lograrlo con un par de billetes más. Con un poco más de mis lenguas Confusas que me hacen sombra, puedo incluso ser quien no soy.

Puedo incluso, si tomo un poco más, ser quien no fui…


Ó Bien: Dame, no doy, es todo para la causa.

También dicen algunas tristes lenguas largas sin freno interior ni pausa que lo importante es aquello que no importa.

Y Lo que importa es el viaje anterior!


Existen ciertos miserables que de tanto serlo, lo son con si mismos, y dejan a la deriva el espíritu. Ver como se arrastran desquiciados entre la mugre, las mentiras, el vandalismo mental de sucumbir como una micro célula a impulsos nerviosos impuestos por el gran amo de los rayos catódicos, es por lo menos un espectáculo bochornoso, lleno de densas sombras.

Digo, vengan, vuelvan, así y todo no se han muerto.

¿Aún persiste el levantar los pies del suelo para suspenderte indefinidamente y caer en cualquier lugar?

Entiendo que si, sin ningún motivo aparente. Cuestión de una fé que no tiene cimientos.


Los complejos, la fascinación, los deseos, la libertad, todo es parte de los pensamientos y es así como se descubren las diferencias que existen entre la valentía y el miedo.
Es valiente hacer lo que el espíritu impulsa, pues según mis cálculos, le apunta con arte y certeza a la Felicidad, digan lo que digan.


Si así te sucede, valdrá la redundancia.

Brindo por si acaso.


Ahí va...